

Ocinn “Ocinn I”
​
Debo mencionar que esta producción alemana me causó mucha curiosidad desde el principio. ¿Por qué? Para empezar, porque había visto ya antes el logotipo de la banda, y de alguna manera me tenía en el conflicto de si se trataba de una banda de Black Metal o de algún otro subgénero dentro del Metal. Por cuestiones de tiempo debido al trabajo, siempre se me pasaba el indagar un poco acerca de lo que hasta hace poco hubiese llamado “ellos”, así que me quedaba con la inquietud en la lista de los muchos pendientes que aún tengo. Luego, al recibir este material para revisar, encontré una portada que de alguna manera me hizo recordar dos cosas: Lacrimosa y alguna pintura de Gustav Doré (no sé por qué), así que mi curiosidad estaba a punto de verse saciada: Por fin sabré qué propuesta nos trae, o me trae, Ocinn, y vaya que me doy por más que satisfecho.
He de aclarar, no sé si se trate de un proyecto de metal propiamente dicho, o al menos no en su modo más clásico, pero SÍ (sí, con mayúsculas) de una producción que no me canso de repetir y repetir (he revisado trabajos, y programado clases con esta producción de fondo) por la manera en que fueron compuestas las pistas.
Piano. Todo es piano. No hay batería, no hay guitarras, distorsiones y menos algún tipo de incursión vocal, pero ninguna de estas es necesaria para lo que se intenta transmitir.
En general podría decir que la propuesta de Ocinn tiene una combinación de romanticismo, oscuridad y melancolía en cada una de las piezas que esta producción presenta. No podría mencionar alguna banda tradicional que pueda darles una idea de lo que estas VII pistas(cada canción es un número romano de I al VII) entrega, sino que se me vienen a la mente compositores como Franz Liszt, Beethoven o Mozart, haciendo de esta producción una exquisitez.
​